Las flores anuales aportan un estallido de color y vida a cualquier jardín, arriate o vivero en poco tiempo. Germinan, florecen y producen semillas en una sola temporada, lo que las hace ideales para una floración rápida y abundante. Las anuales también son comercialmente atractivas para cultivadores y floristas: son fáciles de cultivar, tienen una temporada de crecimiento corta y atraen a un público amplio.
Las semillas de flores anuales provienen de plantas que crecen, florecen y mueren en una sola temporada. Se siembran en primavera, se disfrutan de sus flores durante todo el verano y se vuelven a sembrar al año siguiente. Son ideales para añadir color y variedad rápidamente a tu jardín o arriate.
Muchas flores anuales florecen tan solo de 6 a 8 semanas después de la siembra. Variedades como el cosmos, la zinnia, la caléndula y la amapola son conocidas por su rápido crecimiento y abundante floración. Perfectas si buscas una explosión de color en tu jardín.
La mayoría de las flores anuales necesitan sol y calor. Elija un lugar con al menos 6 horas de sol al día. Algunas variedades, como las begonias y las impatiens, prosperan en semisombra. Easyseeds indica la ubicación ideal para cada variedad.
Con el cuidado adecuado, las flores anuales florecen desde junio hasta las primeras heladas. Quitar regularmente las flores marchitas (descabezado) fomenta la aparición de nuevas flores y prolonga considerablemente el periodo de floración.
¡Por supuesto! Muchas flores anuales son verdaderas fuentes de néctar. Especies como el aciano, el cosmos, la caléndula, la zinnia y la facelia atraen a una gran cantidad de abejas, mariposas y otros insectos beneficiosos. Ideales para un jardín natural y vibrante.