Un melón especial, temprano y confiable.

Los frutos pesan alrededor de 2-3 kg, tienen una piel fina y contienen una pulpa blanca, cremosa y aromática que recuerda mucho al helado.

Introducido originalmente en Canadá por inmigrantes rusos, ha sido popular durante décadas. Incluso en climas fríos, este melón se puede cultivar con seguridad.

La mejor calidad se obtiene cuando la fruta se recoge fresca del huerto y se sirve directamente en la mesa.

El éxito del cultivo y el contenido de azúcar de la fruta dependen del calor y el sol. Los melones necesitan un lugar cálido.

Las plantas crecen moderadamente y requieren aproximadamente 1-2 m² por planta. Se recomienda una capa de mantillo.

En un verano cálido la pulpa contiene más azúcar que en un verano frío.

Instrucciones de siembra: Sembrar las semillas en interiores desde principios de abril a 24–28 °C, directamente con 1–2 semillas por maceta (no mantener las macetas demasiado húmedas) o en exteriores en un lugar cálido desde mediados de mayo.

Posibles plagas: pulgones, ratones, mildiu, mildiu velloso y enfermedades víricas.